La Universidada A Coruña, uno de los socios del consorcio EU 1.5° Lifestyles, participó en Marzo Ambiental para presentar las opciones de estilos de vida de bajas emisiones.
Por parte del equipo investigador de la UDC, la investigadora postdoctoral Nadin Ozcelik ha impartido dos talleres sobre las opciones de estilo de vida de bajas emisiones en las principales áreas de consumo (nutrición, movilidad, hogar y ocio) a los estudiantes de la UDC y personal tanto académico como administrativo durante la VI Edición de Marzo Ambiental. El evento fue organizado por la Oficina de Medio Ambiente de la UDC (OMA) para fomentar la concienciación medioambiental de la comunidad universitaria y sus miembros a través de una serie de actividades, como visitas a los parques eólicos, mesas redondas, seminarios y talleres.
La primera ronda de talleres tuvo lugar en el campus de Ferrol el 22 de marzo, con la participación de estudiantes del grado de Diseño Industrial, PAS y PDI del Campus Ferrol. Los participantes descubrieron formas de llevar un estilo de vida de bajas emisiones a través de un juego, con el puzzle climático. La segunda ronda se celebró el 29 de marzo en el campus de Elviña, con la participación de estudiantes del grado de Educación Social, personal PAS y PDI.
En las dos sesiones los participantes mostraron mucho interés en el puzzle climático, que provocó debates interesantes entre los participantes, sobre todo en cuanto a las opciones de estilo de vida que están dispuestos a integrar en su vida
cotidiana para 2030. Los participantes de ambos talleres dijeron que adoptarían hábitos de consumo responsables en las áreas de la nutrición y la movilidad. Por ejemplo, están dispuestos a evitar generar residuos alimentarios en sus hogares, comer frutas y verduras de temporada y ecológicas, beber agua del grifo en lugar de embotellada, reducir los productos de origen animal en su dieta, así como compartir el coche para desplazarse.
En cuanto a las opciones en el hogar, los participantes mostraron diferencias, sobre todo en el uso de la energía. Por un lado, casi la mitad de los participantes de la primera ronda afirmaron que cambiarían a energías renovables en sus hogares, mientras que la otra mitad y también los participantes de la segunda ronda consideraron que esta opción les resultaba económicamente complicada. Por otro lado, el uso de productos TIC de segunda mano y la reducción de la temperatura ambiente fueron las opciones más populares entre los participantes de la segunda ronda.
El ahorro económico es la motivación más importante para elegir las opciones mencionadas, que favorecen el consumo responsable de alimentos y la eficiencia energética. Además, los participantes consideraron que estas prácticas eran fáciles de integrar en la vida cotidiana y que podrían aplicarse a largo plazo. Sin embargo, opciones como cambiar a una dieta vegana, renovar la vivienda, viajar largas distancias en tren, cambiar al transporte público y comprar un coche eléctrico, no se consideraron viables, al no ser rentables ni aplicables en el día a día.
En concreto, los estudiantes mostraron su interés por utilizar el transporte público, pero la falta de infraestructuras se lo impide. De hecho, algunos pueblos pequeños de Galicia no están bien conectados con las ciudades, o algunos de ellos ni siquiera ofrecen servicios de autobús/tren. Asimismo, cambiar a coches eléctricos o instalar paneles solares parece bastante inconveniente para los estudiantes debido a los altos costes; por el contrario, unos pocos participantes del personal universitario consideran estas opciones factibles.
Por último, el puzzle climático fue el protagonista de ambos talleres. Los participantes estaban bastante motivados para debatir entre ellos las opciones de los estilos de vida de bajas emisiones de carbono, así como los factores que pueden ayudarles a incorporar estas opciones, por ejemplo, los incentivos económicos.
Sin embargo, los participantes dijeron que algunas opciones no son adecuadas para el contexto español, sobre todo, conseguir una mascota(s) pequeña(s), si consigo una nueva era bastante inaceptable. De hecho, los participantes indicaron que clasificar las mascotas por su tamaño podría ser algo discriminativo.
Fuente de las imágenes: Socios del consorcio EU 1.5° Lifestyles